Su lengua es el Tarahumara, su casta se llama a si misma Raramuri, su tierra es nuestro hermoso estado de chihuahua y su cultura está llena de magia y color. Justo donde vivir es más difícil, donde ganarse la vida muchas veces se logra solo jugándosela, los raramuri dominan la sierra tarahumara que alcanza los 3000 metros de altura sobre el nivel del mar y su geografía es tan variada que es casi imposible describirla por completo sin utilizar todo un articulo dedicado exclusivamente a ella. Los raramuri habitan una cuarta parte del estado de Chihuahua, algo así como 65 mil kilómetros cuadrados.
De estatura media, físicamente muy fuertes y de personalidad reservada, los raramuri son hombres hechos para desafiar las inclemencias del tiempo y la adversidad. Descalzos, parados sobre la húmeda y tibia tierra de la sierra, es imposible saber dónde termina la tierra en sus pies y donde comienzan ellos. Su tez morena obscura en un tono perfectamente solido es casi igual al tono de la tierra que habitan. Hijos de la sierra, los raramuri han aprendido a sobrevivir a temperaturas por debajo de los 0 grados y a las intensas nevadas que convierten esta bella tierra en un gran desierto blanco durante el invierno.
Se cree que los tarahumara son descendientes de la migración asiática que atravesó el estrecho de Bering hace más de 15,000 años atrás. De hecho es posiblemente la única hipótesis coherente que hay, sin embargo no es posible asegurarlo.
Desconfiados de los “Chabochis” (hombres blancos y mestizos) ven al mundo como algo que camina fuera de sus dominios y que esperan nunca llegue a cambiar su forma de vida. Su economía es muy variada, son ganaderos, pastores, obreros, agricultores… los raramuri hacen de todo un poco, desde pequeñas cestas para contener la comida hasta casitas de adobe. El turismo les acerca una forma más de subsistir mediante la venta de artesanías y juguetes como arcos, pequeños raramuri labrados en madera, canastitas, cuadros, instrumentos musicales e incluso ropa, el turismo abre puertas comerciales a las que ellos sacan provecho, pero también les roba espacio para continuar con la privacidad que tanto protegen.
El raramuri es comunista por naturaleza, nadie tiene más, pero todos tienen algo, solidarios y unidos han logrado sobrevivir a un gobierno que no los apoya como debería, a la sociedad que se entromete en su territorio sin permiso, sin pudor; y a los cambios de la naturaleza que afecta a su ganado, a sus ovejas y sobre todo sus cosechas.
Bajo una verdadera democracia elijen a un gobernador, destacado por su inteligencia, hombre de gran tradición, un buen orador y con autoridad moral. Un “bastón” es el símbolo del poder que se le es entregado tan pronto es elegido. Luego, elige a sus “gobernadorcillos” que atienden distintas regiones y lo mantienen al tanto de lo que pasa. Estos ayudantes van a cada asentamiento, repasan con la gente el valor de ser raramuri, su mitología, sus ritos, la herbolaria y los cultivos. Ellos hacen de jueces, médicos, sacerdotes y maestros atendiendo las necesidades de cada uno de ellos. Son protectores de la tranquilidad social y de los limites de sus territorios. Tan pronto terminan con un asentamiento se dirigen al siguiente y así sucesivamente hasta regresar al primero y comenzar de nuevo.
El raramuri es gentil pero desconfiado, poeta el dirigirse a los demás pero claro, su lengua tiene un vocabulario muy amplio y aun que se sabe fue una casta bélica, hoy en día son gente más paciente y a pesar de la violencia inherente a su cultura generalmente se arreglan mediante el dialogo.
Se sabe que eran politeístas, pero después de la llegada de los jesuitas en 1606 los cuales fueron llamados “Chinipas” las cosas cambiaron paulatinamente. La evangelización surtió efecto y hoy en dia son católicos pero conservan algunos de sus elementos autóctonos. Sus ritos son poco conocidos pues son muy celosos de su religión y costumbres. En semana santa los tambores suenan por toda la sierra y se sabe corren como venados por toda la sierra para llegar al rito. Para ellos hay un bien y un mal, el mal son los seres de inframundo que causan las más terribles catástrofes naturales y por supuesto la muerte, las deidades del bien traen paz, lluvia y abundancia en cosechas y ganado. En sus creencias se nota la cultura ecologista, respetan cualquier forma de vida que conocen, la ecología es parte de sus enseñanzas y se transmite de generación en generación por el bien de la tierra y de ellos mismos, desde niños conocen los caprichos de la sierra y sus cambios de temperatura, sus peligrosos cañones y sus hermosos valles. Celebran al sol, la luna y sus victorias bélicas que recuerdan con mucho orgullo, la caza de animales y las cosechas.
Existe una antigua leyenda que ellos mismos recitan, ellos explican que su pobreza es el resultado de un castigo impuesto por Dios. Dicen hace muchos años, Dios creó al raramuri y el diablo creo al “Chabochi”. Estos dos fueron confrontados en un juego donde los raramuri perdieron y por ello fueron castigados a vivir en la pobreza.
Su sociedad considera que a los 14 años se es ya un adulto, sin embargo desde muy chicos se les dan responsabilidades para desarrollar su interés por el trabajo y que valoren a la familia. A los niños no se les regaña y su educación se transmite de “viva voz” aun que hoy en día muchos de ellos ya asisten a la escuela de gobierno donde aprenden el español y la educación básica. Para ellos el valor familiar es muy importante así como el respeto que inicia en la familia, sigue con la comunidad y se extiende hasta los “chabochis”. De la misma manera ellos exigen respeto a su persona, cultura y tradiciones.
Los raramuri se casan generalmente muy jóvenes (antes de los 16), tienen reuniones llamadas “tesguinadas” donde se juntan a platicar y pasar un rato. Ahí tienen permitido hablar con las mujeres ya que normalmente estas no permiten el contacto con los varones de forma regular. Aun cuando no hay un regla que lo prohíba se evitan los matrimonios entre hermanos y primos pero hay relaciones des estas dentro de todas las comunidades. El raramuri se casa mas en base a “cálculos” que por amor. Es decir, es más importante que este sana, que pueda trabajar y pueda tener hijos sin problema a que sea bella o que sea joven.
Muchas de las posesiones materiales son heredadas de generación en generación como utensilios de cocina, pieles, herramientas y cabañas, aun así la fabricación de todos estos utensilios son generados o adquiridos por ellos mismos en el día a día.
El gobierno tiene programas de servicios de salud para ellos, sin embargo no es suficiente, ya que su mala alimentación desde la infancia los hace susceptibles a enfermedades como la tos ferina, padecimientos del hígado, pulmonía, tuberculosis y sarna.
Hoy en día existen hombres que se dan el lujo de gastar millones y millones de dólares en banalidades olvidándose que existen hermanos que no tienen siquiera para lo básico. Los raramuri viven alejados de todo este desorden mundial y sin los grandes desarrollos sociales que los países de primer mundo y algunos del tercero presumen y aun así ellos mantienen un orden ejemplar entre sus comunidades.
Los raramuri han caminado paralelamente a nosotros durante los últimos 15,000 años y lo seguirán haciendo con o sin ayuda. Ellos ven el mundo de una manera diferente a la nuestra y espero la sigan viendo de esa forma hasta el fin de los tiempos. Este mundo necesita valores y necesita personas de moral que tengan muy claro que es lo que se tiene que hacer y como se debe hacer para sacar los problemas adelante. La sabiduría es hermana del conocimiento pero no se necesita una para tener la otra. Asi la sabiduría raramuri es básica pero de gran profundidad, estoy seguro que gobiernos desarrollados colapsaran, grandes imperios seguirán cayendo y firmando fechas en nuestros libros de historia y ellos con esa sabiduría simple que les caracteriza seguirán su camino como lo han hecho siempre.
Fuentes:
http://www.mexicodesconocido.com.mx/interior/index.php?p=nota&idNota=6297
http://es.wikipedia.org/wiki/Tarahumara
http://www.chihuahua.gob.mx/atach2/codesoypc/uploads/Lecturas%20de%20Pol%C3%ADtica%20Social/Etnias%20Iind%C3%ADgenas/Tarahumaras.pdf
