Siempre me he preguntado porque las mujeres tienen que preguntarnos como lucen después de arreglarse antes de salir, si de cualquier forma antes no se quisieron poner lo que nosotros les sugerimos.
Vamos por partes…. Primero llegan (invariablemente cuando estamos ocupados o a nuestras espaldas) nos preguntan
– Que blusa me pongo? –
Así como alcanzamos a ver el primero color que distinguimos, tomamos la decisión…- El rojo!- tan pronto pronunciamos la ultima “o” ellas replican:
– Como eres sangrón, ni siquiera las viste!!! –
Luego nos damos el tiempo de verlas y entonces tomamos una decisión en base a la cara que ponen cuando comenzamos a decidir por una u otra….
–El rojo…. (Hacemos una pausa, vemos como su cara se frunce con desagrado y luego continuamos) el rojo me parece un poco fuera de lugar… creo que el negro esta mejor!
(Listo!!! Misión cumplida!!!). Ella se va con su blusa contenta porque nos agrado lo que se van a poner. Dos horas después, salen arregladas y listas con una espantosa blusa beige!!! Obviamente preguntamos
– Y la blusa negra? –
No me gusto como se me veía y mejor me puse esta… No te gusta..? – (Luego una amenaza mas) – Si quieres me la cambio!?!?!?.... (Otras dos horas para salir), Claro que no! Así te ves hermosa!
Un argumento poderoso a la tan vieja pregunta “Porque las mujeres se visten apara ellas y no para nosotros?” fue respondido sabiamente por una de mis hermanas… “Para gustarles a ustedes, necesitamos gustarnos nosotras mismas primero!”.
Porque cada vez que una mujer se compra unos zapatos, blusas, sobreros, collares, lo quesea!!! Es como si volvieran a nacer??? Porque es tan importante? si para nosotros un reloj deportivo de diario (Muy viejo por cierto) y uno elegante para cuando se usa el viejo traje que mi papa me heredo es suficiente!
Bueno, en una intensa investigación de campo (entreviste a la mas vanidosa de las mujeres… mi hermana) entendí esto, y se los voy a explicar tal cual lo entendí, espero no equivocarme…
Vamos a decir que se tiene un compromiso con amig@s y todo mundo va asistir. Para nosotros es solo una oportunidad para tomar unos tragos relajarnos, hablar de deportes y sobre todo si nos portamos bien y somos todo lo que ella quiere que seamos obtenemos el premio mayor de media noche. Eso es para nosotros, pero para la mujer, la fiesta o reunión no es más ni menos que un campo de batalla tal y como para nosotros lo es el campo de futbol o el competir por ver quién tiene la mejor pantalla de plasma. Solo que hay una leve diferencia, mientras el hombre compite directamente, las mujeres se “despedazan” sutilmente! Como es eso..? Difícil pero entendible… Para nosotros es tan fácil como una regla y vamos a ver quién la tiene más grande!!! Para ellas no, ellas son finas, sus comentarios son hirientes por debajo de la piel. Así es como aprenden a sonreír después de que acaban de hacer añicos su argumento acerca del costo de sus zapatos.
Otro buen ejemplo es el hecho de que nosotros no pensamos, solo actuamos, vemos la pantalla de plasma de 52” y solo podemos pensar en el clásico del domingo. Sacamos la cartera y la compramos. Ellas no! Tal y como sucede en la calle, el carterista te empuja y te saca la billetera, ellas te seducen con un dulce beso y además de robarte el aliento se llevan la tarjeta de crédito, justo como David Copperfield lo puede hacer, sin sacar la billetera de tu bolsillo (lo que implica no abrirla) mientras estamos sentados en el sillón. No entendimos que paso, no sabemos que nos hicieron, solo dejaron la testosterona en nuestra cabeza y se llevaron nuestra dignidad (Que importa!!!)
Ahora ya en el centro comercial se hacen la promesa de toda la vida “Solo voy por ese vestido!” A ha!!! Mentira!!! Salen con el vestido, los aretes, los zapatos, el collar y el perfume pensando “todo estaba rebajado y hace tan bonito juego!!!
Ahora me pregunto, no tienen remordimientos? Se acaban de gastar una fortuna en un vestido que jamás volverán a usar, como pueden dormir con eso en la conciencia???
Pero igual llegan a casa y solo pueden pensar en arreglarse y no pueden esperar el momento de verse enfundadas en ese atuendo que al menos por esa noche las hará sentir reinas! Si creemos que lo peor ha pasado, estamos equivocados, en realidad apenas comienza.
Luego… recuerdan las 2 horas de espera? Bueno, así es como se van esas dos horas… Ese ritual que la mujer practica, casi hipnotico, donde eligen prenda por prenda lo que se van a poner, desde esmalte para las uñas hasta lápiz labial. Todo sobre la cama, imaginándolo como si ellas mismas estuvieran ahí. Lo ven y se convencen del buen gusto que tienen, se sorprenden una vez mas antes de entrar al baño.
El baño… el lugar donde todo hombre desea estar, el último lugar donde deberíamos estar. Para la mujer, el baño es un templo donde se prepara y se limpia, no solo exteriormente, si no interior. Dentro del baño no hay secretos, no hay la belleza estética que nosotros creemos. El baño contiene todo lo inimaginable, ni Darth Vader tiene control sobre lo que ese pequeño cuarto esconde…
Pelos de la nariz, de las axilas, de las piernas, de todos lados, tienen pelos en los pelos, y donde no creemos se puede tener pelos. Por inverosímil que paresca de esas dos horas fácil el 40% del tiempo lo pasan ahí dentro.
Luego salen a su parecer rejuvenecidas (arrugadas), en ese momento es como ver el futuro, casi se parecen a su madre, si pudiéramos verlas justo cuando salen del baño después de una sesión de 45 minutos, huimos!
Luego… mi parte favorita!!! El Pelo! Me encanta ver como se cepillan el pelo y se lo arreglan. No entiendo como les puede costar tanto trabajo arreglarlo, pero Dios!!! Que se tome más tiempo en arreglárselo… Luego los olores, perfumes, lociones, desodorante… Justo en ese momento empezamos a dudar si ir a la reunión o secuestrarla para nosotros mismos. Entre la lencería y los perfumes, nada es más sexy, ahí los hombres ya perdimos, ahí no somos más que cachorros esperando una caricia del amo!
De ese tiempo a que se fletan el vestido el tiempo se va lento… Y cuando creímos que ya habían terminado, todavía les falta más. Los ojos, los labios y en algunos casos una segunda mano en el pelo. Ya para ese momento nos asomamos impacientes a la recamara mientras se colocan aretes, collares, pulseras, en algunos casos relojes, anillos… bolso… Es poesía que toma demasiado tiempo! Mientras nosotros caminamos impacientes por salir de ahí, o salimos, o nos quedamos, pero que la tortura termine!
Una vez que sale de la recamara, es como ver al ángel que viene a recogernos para llevarnos al paraíso.
Pero bueno! Hemos revisado todo lo que sucede en un dia de reunión nocturna, y en ningún momento pensaron en nosotros. Todo el tiempo su mente se encontraba en ellas mismas, y es aquí cuando el argumento que callado me dejo antes toma sentido…. “Para gustarte a ti, me tengo que gustar yo!” Ese argumento mata al póker de ases.
Listos para salir, se ve al espejo y ahora el gendarme se dispone a revisar al pelotón, mejor dicho, pelotudo. Corbata chueca, zapatos sucios y el traje sin cepillar. Es como si Herman Monster llevara a pasear a Marilyn Monroe! Aquí viene otra primicia, escuchen esto nada más… “La cita perfecta (hombre) debe ir impecable, pero jamás debe lucir mejor que yo!” Ok!?!?!? No entiendo! Debo lucir bien, pero no tan bien… Ok… anotado!
Al fin salimos de casa, todo es perfecto. Mientras uno piensa en las suculentas cervezas o en recordar las estadísticas del futbol, nuestro ojo apenas y hurga en el escote de ella. Otra mirada se va y se cuela en la apertura del vestido, no somos más que observadores, pero no queremos sentirnos depravados o parecer “corrientes”, pero la verdad una pizza y una cerveza hacen el trabajo de la cita con tal de llevarlas a la cama. Pero para la princesa nada es suficiente, de hecho quisieran que en ese momento se formaran en fila las fiestas de Madonna, visita al palacio de Buckingham y cena con Elton John, con tal de presumir su nuevo atuendo e impactara a toda la competencia!
Ya en el lugar, uno busca la hielera a toda prisa, no vaya a ser que las 324 cervezas que se compraron para una fiesta de 16 personas se vayan a terminar. Mientras ella saluda y busca a su competencia directa o sea cualquier otra chica que osara lucir mejor que ella. Mientras ella escanea el lugar en busca de pleito, uno ya está con la segunda cerveza en la mano. Ella en el desfile de modas femenino, y nosotros desfajados con la cerveza en la mano.
Pero lo que ellas no ven, es que mientras tratan de ser el centro del universo, ellas ya son el centro de nuestro universo, y que pase lo que pase, todo lo que buscamos en esas reuniones es su mirada. Un leve vistazo a nosotros que nos haga sentir que somos los hombres más afortunados del mundo. Ella en su mundo y nosotros tratando de ser notados por ellas. Si bailamos, ella baila para lucir, uno debe ser mesurado. Si reímos, ella ríe, nosotros hacemos una mueca de aprobación, sabemos que esta noche es importante para ella, después de todo se gasto un dineral, se tomo más de 2 hrs para salir tan bella como siempre, como no íbamos a saber que esta es una noche para ellas.
Y cuando mas desanimados estamos, sucede… han terminado su misión y ahora deciden abrir las fronteras, deciden mirarnos con amor, ternura y hasta a veces con pasión. En realidad nuestro gran trabajo esa noche fue hacer nada, lo hicimos bien y ahora somos recompensados. Ahora nos besan, nos abrazan; Ahora soy “Tarzan”, he domado a la fémina, la hemos dominado al hacer lo que quieren. De ahí en adelante son todas nuestras, ahora la noche comienza para nosotros!
Ahora solo queremos ir a casa y disfrutar del manjar que TAN a fuego lento se cocino,la paciencia finalmente obtiene su recompensa, ya nada vale más, que su sonrisa.
No fuimos más que un accesorio para ella durante gran parte de la noche, fuimos el mono que entro a su lado sujetándole la mano, fuimos quien la hizo lucir al nosotros no “lucir tan bien”. Pero la verdad nos adoran, nos adoran porque somos sus accesorios favoritos, solo que a nosotros nos dan el mejor de los usos (me entienden). Si nos adoran a nosotros, como no van a dorar sus demás accesorios!
0 comentarios:
Publicar un comentario